La obra misionera que debían emprender Pablo y Silas era bastante extensa, y necesitaban preparar obreros activos para la expansión del Santo Evangelio. Pablo vio en éste joven (Timoteo), una actitud decidida-valerosa, capáz de enfrentarse a cualquier situación por más difícil que pudiera suceder. Timoteo era hijo de una mujer judía, piadosa y creyente, pero de padre griego; y todos los que le conocían daban buen testimonio de él, en Listra y en Iconio. Pablo le “insinuó a Timoteo” que se circuncidase por aquellos “judíos celosos” de sus creencias religiosas. La obra misionera a realizar por estos tres siervos del Señor: Los llevaría por diferentes ciudades, aldeas, y en muchas ocaciones en “sinagogas y reuniones con judíos no creyentes.” Por ésta razón era necesario cumplir con este requisito, para así evitar problemas, ya que el padre de éste joven era de origen griego. Timoteo comprendió que su trabajo era árduo, y buscaba el consejo de Pablo y la dirección Divina. Sus actuaciones demostraban, como él con“humildad” conseguía hacer todo lo que se le encomendaba.
Todos aquellos que desean “ trabajar ” en la Santa obra de Dios; deben de tener un conocimiento amplio y profundo del Creador: “Logrando así esparcir la semilla; que dará frutos.”
Para adquirir un amplio conocimiento es necesario: “Dedicación, oración, y estudio constante de las Sagradas Escrituras.”