Este método, es conocido y usado por “aquellos” que “buscan descubrir” algo importante, escudriñando cuidadosamente hallamos una serie de hechos y detalles individuales, para realizar de esta manera una conclución general del estudio.
El método inductivo nos lleva a realizar un corto estudio de suma importancia, como: “Usando el instinto de observación, el de interpretación y aplicación personal.”
1. Observación. La palabra observar nos indica “examinar con atención”. Una persona observadora siempre encuentra aquellos detalles ignorados por muchos. El observador está atento a todo lo que considera importante (tomar notas de todo), y cuando realiza un estudio profundo, lo hace con mucha diciplina y dedicación.
2. Interpretación. Sin duda alguna, el autor siempre nos quiere decir algo importante. Cuando iniciamos un estudio debemos estar atentos a tratar de descubrir el mensaje de su autor (El Espíritu Santo). La Santa Bíblia es un “maravilloso conjunto de libros inspirados y dirigidos por el Espíritu de Dios.” En éste método inductivo es importante que la Bíblia sea siempre su propio intérprete. Por lo tanto, debemos buscar ayuda con diccionarios bíblicos, compendios, mapas etc. Durante el estudio siempre es muy importante hacer uso de nuestra imaginación. Esto nos traslada a tiempos bíblicos, y así podemos comprender mejor los pasajes que estamos estudiando.
3. Aplicación. Después de haber finalizado el estudio viene lo más importante para todo estudiante de Las Sagradas Escrituras.
1. Aplicación personal de todo lo aprendido.
2. Acción inmediata de la Santa Palabra de Dios.
3. Dispocisión y entrega a la Obra del Señor.