Saulo predica en Damasco (Hechos. 9:20-25)

La noticia llegó muy pronto al sanedrín, asombrados y confusos no podían creer que aquel que hacía pocos días profesaba ydefendía la fe judía, estaba ahora predicando las enseñanzas de Jesús.   Un fuerte golpe recibieron estos orgullosos religiosos, el joven  valeroso-talentoso, se había unido a aquellos que ellos consideraban sus enemigos. Sin embargo, a pesar de las adversidades y el destierro de la persecución, en el corazón de los discípulos no existía odio ni rencor contra ello. Y todos los que le oían estaban atónitos, y decían:  ¿ No es éste el que asolaba en Jerusalén a los que  invocaban el nombre de Jesús, y a eso vino acá, para llevarlos presos ante los principales sacerdotes? Pero Saulo mucho más se esforsaba, y confundía a los judíos que moraban en Damasco, demostrando que Jesús era el Cristo el verdadero Hijo de Dios. Saulo continuaba predicando el evangelio a sus asombrados oyentes, insistiendo en un  verdadero arrepentimiento  y entrega total a  Dios. “ Pero muchos de ellos acariciando sus creencias y no  convencidos por la conversión de Saulo, manifestaron el mismo odio y repúdio que habían tenido contra Jesús.”  La oposición ejercida por aquel “grupo de revoltosos judíos,” no le permitieron seguir adelante con la “predicación” en Damasco. El “Espíritu” le indicó:  Qué por un tiempo determinado se ausentara;  y se fue para Arabia (Gálatas. 1:11-24). Luego, de Arabia regresó nuevamente a Damasco, y comenzó de nuevo a predicar el Santo Evangelio y a testificar acerca de Jesús. Los “ignorantes judíos resolvieron” en  consejo matarle. Día y noche guardaban las puertas de la ciudad para que no escapara. Y entonces  los discípulos tomándole de noche se lo llevaron a escondidas, y  metido dentro de una canasta, lo bajaron por un muro que estaba ubicado en las afueras de la ciudad; y de esta forma pudo escapar. 

   Saulo regresa a Jerusalén (Hechos. 9:26-31).  

   Tres años después de su “conversión” regresó de nuevo a Jerusalén, con el fin de conversar con Pedro y los otros apóstoles. Encontró cierta resistencia devido a que los discípulos dudaban; si en verdad él era uno de ellos.“Pero Bernabé, tomándole, lo trajo a los apóstoles y les contó cómo Saulo había visto en el camino al Señor, el cual le había hablado, y cómo en Damasco había predicado valerosamente en el nombre de Jesús.”  Luego despues que Bernabé explicara tanto a los apóstoles como a los discípulos lo sucedido a Saulo,“ lo aceptaron entre ellos.” Muy pronto se dieron cuenta de la sinceridad y dedicación que él estaba ejerciendo: Predicando la Santa Palabra de Dios. 
Como era lógico en Jerusalén residían muchos de sus antiguos amigos, que compartían con él las creencias judías. El deseaba explicar a los dirigentes y doctores las “profecías Mesiánicas” que se cumplieron: Con el advenimiento, del Señor Jesús. “ Hablaba denodadamente ( sin miedo ) en el  nombre de Jesús: y disputaba con los griegos,” devido a que los “dirigentes judíos”  no quisieron  creerle y deseaban matarlo. Cuando los hermanos se enteraron, le llevaron hasta Cesarea, y luego lo enviaron a la ciudad de Tarso, de donde él era. 
   La infinita sabiduría de Dios no solo protegió a Saulo, sino también con su partida: “ por un largo periódo la fuerte oposición de los judíos cedió.”  Entonces las iglesias comenzaron a tener paz por toda Judea, Galilea y Samaria; y eran edificadas, andando en el temor del Señor, y se acrecentaban fortalecidas por el Poder del Espíritu Santo.