Esta visión fue para Pedro algo inesperado: “Devido a que los judíos trataban de no juntarse con los gentiles, Dios le hizo ver; que Cristo había muerto tanto por los judíos como por los gentiles.” La predicación de la Palabra no había sido difundida entre los gentiles, devido que los discípulos creían que era solamente para el pueblo judío. Mientras Pedro estaba perplejo dentro de sí sobre
lo que significaba la visión que había visto, he aquí los hombres que habían sido “enviados” por Cornelio, los cuales, preguntando por la casa de Simón, llegaron a la puerta.“Y llamando, preguntaron si moraba allí un Simón que tenía por sobrenombre Pedro.Y mientras Pedro pensaba en la visión, le dijo el Espíritu: He aquí, tres hombres te buscan. Levántate, pues, y desciende, y no dudes de ir con ellos, porque yo los he enviado. Pedro obedeciendo la orden del Señor salió al encuentro de los visitantes, y les dijo: “ He aquí, yo soy el que buscáis; ¿cuál es la causa por la que habéis venido? Ellos dijeron: Cornelio el centurión, varon justo y temeroso de Dios, y que tiene buen testimonio de toda la nación de los judíos, ha recibido instrucciones de un santo ángel, de hacerte venir a su casa para escuchar tus palabras.” Entonces, haciéndoles entrar, los hospedó. Y al día siguiente, levantándose se fue con ellos; y lo acompañaron “seis de los hermanos” de la ciudad de Jope (estos serían testigos de lo que iba a suceder muy pronto). Por fin llegaron a Cesarea. Y Cornelio los estaba esperando en compañía de sus más allegados amigos y parientes, para que así también ellos “participaran del mensaje” de salvación. Cuando Pedro entró, Cornelio salió a recibirle, y postrándose a sus pies le adoró. Mas Pedro le levantó, diciendo: Levántate, pues yo mismo también soy hombre (era una costumbre oriental postrarse, pero Pedro no aceptó tal reverencia).
Pedro dirigiéndose a la congregación les explicó la costumbre judaíca, diciendo: Que ellos tenían que obedecer las reglas de no juntarse con gentes gentiles, porque el hacerlo infringían el rito ceremonial judío. “Vosotros sabéis les dijo: Cuán abominable es para un varón judío juntarse o acercarse a un extranjero; pero a mí me ha mostrado Dios que a ningún hombre llame común o inmundo; por lo cual, al ser llamado, vine sin replicar. Así que pregunto: ¿Porque causa me habéis hecho venir? Entonces Cornelio dijo: Hace cuatro días que estaba en ayunas; y a la hora novena, mientras oraba en mi casa, vi que se puso delante de mí un varón con vestido resplandeciente, y dijo: Cornelio tu oración ha sido oída, y tus limosnas han sido recordadas delante de Dios. “Cornelio ” continuo narrando la visión y lo que el mensajero celestial le indicaba: “Así que, luego envié por tí; y tú has hecho bien en venir. Ahora, pues, todos nosotros estamos aquí en la presencia de Dios, para oír todo lo que Dios te ha mandado.” Entonces Pedro dijo: En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas, sino que en toda la nación se agrada del que le “teme” y hace justicia.