Consejos e Historias para jovenes

Cuatro Jovenes Ejemplares

                                            Daniel  Ananías  Misael  Azarías
                                                       ( Daniel caps. 1-6 )

   Introducción.  

   Daniel Fue escogido con tres compañeros suyos: Ananías, Misael y Azarías, para residir en la corte del rey babilónico, Nabucodonosor, en donde halló favor como José en Egipto, e hizo grandes progresos en las ciencias de los caldeos, así como en la lengua sagrada; pero rehusó contaminarse comiendo provisiones de la mesa del rey, que eran a menudo ceremonialmente impuras para un judío, o estaban manchadas por haber estado en contacto con el culto ídólatra.  

   Reseña Histórica.

   En el año tercero del reinado de joacim rey de Judá, vino Nabucodonosor  rey de Babilonia a Jerusalén, y la sitió. Y el Señor entregó en sus manos a Joacim rey de Judá, y parte de los utencilios de la casa de Dios;  los trajo a tierra de Sinar, a la casa de su dios, y colocó los utencilios en la casa del tesoro de su dios (Daniel. 1:1,2). 
   El Señor ordenó al profeta Jeremías que reprendiera severamente a Jerusalén, a las ciudades de Judá, y a sus reyes; devido a la apostasía y a los pecados cometidos constantemente. El profeta hizo lo que Dios le había ordenado, y al no poder inducirlos al arrepentimiento, la ira de aquellos que ejercían autoridad, optaron por encarcelarlo y torturarlo. Sin embargo, su voz no pudieron acallar porque este siervo continuó comunicando todo lo que recibía de Dios (Jer. 20:9). 
   El Señor nuevamente le ordenó a Jeremías que escribiera algunos mensajes compasivos y misericordiosos, cuyo deseo era salvar a su pueblo. El Señor le dijo: “Tómate un rollo de libro, y escribe en él todas las palabras que te he hablado contra Israel y contra Judá, y contra todas las gentes, desde el día que comencé a hablarte, desde los días de Josías hasta hoy. Quizá oirá la casa de Judá todo el mal que yo pienso hacerles, para volverse cada uno de su mal camino, y yo perdonaré su maldad y sus pecados (Jer. 36:2.3).” Obedeciendo Jeremías, llamó a un fiel amigo llamado Baruc (escriba) y le dictó todas las palabras que Jehová le había hablado. 
    Baruc también obedeció, y el rollo fue leído delante del pueblo de Judá. Los alarmados príncipes llamaron a Baruc, y a ellos también les comunicó las palabras enviadas por el Señor, y prometieron informar al rey Joacim. El rey ordenó que trajesen el rollo a su presencia y que lo leyesen. Un consejero real llamado Jehudí comenzó a leer el rollo. Pero, el impío rey Joacim se disgustó tanto por las amonestaciones de Jehová, y arrebatando el rollo lo echó en una fogata hasta que se consumiera en cenizas. Por lo tanto, así ha dicho Jehová, en orden a Joacim rey de Judá: No tendrá quien se siente en el trono de David; y su cuerpo será echado al calor del día y al hielo de la noche. Y visitare sobre él, y sobre su simiente, y sobre sus siervos, su maldad; y traeré sobre ellos, y sobre los moradores de Jerusalén, y sobre los varones de Judá, todo el mal que les he dicho.” (Jer. 36:30,31). Poco tiempo después se cumplió exatamente esta profecía contra este rey y las ciudades de Jerusalén y Judá. Sin embargo, el reino de Judá todo destrosado continuó como un gobierno separado. Nabucodonosor puso a un hijo menor de Josías, llamado Matanías, cambiando luego su nombre por Sedequías. Al comienzo de su reinado, tuvo toda la confianza del rey de Babilonia. Pero Sedequías fue desleal con Nabucodonosor. El había jurado fidelidad en el nombre de Jehová-Dios, y lo que hizo fue revelarse contra los profetas, contra su benefactor (el rey de Babilonia) y contra su Dios.