Defensa de Pablo ante el pueblo (Hechos. 21:37-40; 22:1-5)

Después de haber llegado al fuerte, Pablo, le dijo al tribuno: “ ¿Se me permite decirte algo?  Y él dijo: ¿Sabes griego? ¿No eres tú aquel egipcio que levantó una sedición antes de estos días, y sacó al desierto los cuatro mil sicarios?  Contestó Pablo:  Yo de cierto soy hombre judío de Tarso, ciudadano de una ciudad no insignificante de Cilicia; pero te ruego que me permitas hablar al pueblo. Y cuando él se lo permitió, Pablo, estando en pie en las gradas, hizo con la mano señal al pueblo. Y hecho gran silencio, habló en lengua hebrea, diciendo: Varones hermanos y padres, oíd ahora mi defensa ante vosotros.” Y al oir que hablaba en lengua hebrea, guardaron más silencio.Y él les dijo: “ Yo de cierto soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero criado en esta ciudad, instruido a los pies de Gamaliel , estrictamente conforme a la ley de nuestros padres, celoso de Dios, como hoy lo sois todos vosotros. Perseguía yo este camino hasta la muerte, “prendiendo y entregando” en las  cárceles a hombres y mujeres; como el “sumo sacerdote” también me es testigo, y todos los ancianos, de quienes también recibí cartas para los hermanos, y fui a Damasco para traer presos a Jerusalén también a los que estuviesen allí, para que fuesen castigados.”