Después de tres meses de permanecer en Malta, nos hicimos a la vela en una nave alejandrina que había invernado en la isla, la cual tenía el nombre de Cástor y Pólux . Cuando los vientos furon favorables, el capitán de la embarcación inició el viaje rumbo a Roma. Primeramente llegamos a Sicarusa (comenta Lucas), y estuvimos allí tres días. De allí costeando alrededor, llegamos a Regio; y al otro día después, soplando viento proveniente del sur, llegamos a Puteoli, donde habiendo hallado hermanos, nos rogaron que nos quedásemos con ellos siete días (esto devido a que la embarcación permaneció en puerto por varios días); y un permiso especial del centurión permitió a Pablo estar con ellos. Finalmente emprendimos el viaje nuevamente: Y cuando llegamos a Roma, el centurión entrego los presos al prefecto militar, pero a Pablo se le permitió vivir aparte, con un soldado que le custodiase.”