Confusión entre comentaristas bíblicos

Jerónimo (De Scriptorum Ecclesiasticorum, 1) declara que “Pedro, después de ser obispo de Antioquía y de predicar a los creyentes en Ponto (la clara referencia del 1:1)...en el segundo año de Claudio fue a Roma para refutar a Simón el Mago, y por veinte años tuvo allí la silla episcopal  hasta el último año de Nerón 68dC., fue crucificado cabeza abajo, declarándose ser indigno de morir crucificado como el Señor Jesús, y fue enterrado en el Vaticano, cerca de la vía triunfal”. Eusebio (Chron. Ann. 3) también asevera el episcopado de Pedro en Antioquía; su declaración de que Pedro fundara aquella iglesia contradice Hechos 11:19-22. Su supuesto viaje a Roma para refutar a Simón el Mago se derivó del relato de Justino de la estatua hallada en Roma (en realidad la estatua del dios sabino, Semo Sanctus, o Hércules, confundido con Simón el Mago, como si fuese adorado con aquél nombre: “Simoni Deo Sancto” ; hallada en el río Tíber en el año (1574dC.), o en una isla del Tíber en (1662dC.), asociado con el relato de Hechos 8: 9-24. El obispado de veinticinco años es cronológicamente imposible, puesto que eso pondría la entrevista de  Pedro y Pablo en  Antioquía dentro del “supuesto  obispado en Roma.”  Su crucificción esta asegurada por la profecía de Cristo (Juan 21:18,19). Dionisio de Corinto (en Eusebio, Hist. Ecles., 2:25) asevera en una epístola a los Romanos que Pablo y Pedro juntos fundaron la iglesia Romana así como también la de Corinto, y sufrieron el martirio en Roma en la misma ocasión. Lo mismo Tertuliano (Contra Marción, 4:5, y Prescriptio Hereticorum, C. 36, 38 ). También Cayo, el presbítero de Roma, en Eusebio Historia Eclesiástica, 2:25) dice que algunos monumentos de su martirio pueden verse en Roma sobre el camino a Ostia. Asimismo Eusebio, Historia Eclesiástica, 2:25, y Demonstratio Evangelicae , 3:116. Igualmente Lactanio, De Mortibus Persecutorum ,C.2. Muchos de los detalles son  palpablemente falsos; si el todo es falso o no, es dudoso, cuando se considera la tendencia de reconcentrar en Roma los eventos de interés. [Alford.] 
   Lo cierto es que Pedro no estuvo en Roma antes de la fecha de la carta a los romanos año 58dC.; de lo contrario habría mención de ésta epístola escrita por Pablo; ni durante el primer encarcelamiento de Pablo, de otro modo hubiera sido mencionado (Pedro) en alguna de las varias cartas de  Pablo escritas desde Roma; ni durante el segundo encarcelamiento, al menos cuando Pablo escribía la segunda Epístola a Timoteo, un poco antes de su martirio. Puede haber ido a Roma después de la muerte de Pablo, y según la tradición común, encarcelado en el Calabozo Mamertino (lugar de torturas), y crucificado en el monte Janículo, sobre la eminencia de San Pietro en Montorio, y depositados sus restos bajo el gran altar de la famosa Basílica de San Pedro. ambrosio (Ep. 33, Ed. París pág. 1022) relata que Pedro, no mucho antes de su muerte, persuadido por las solicitaciones de sus hermanos cristianos a que se salvara, huía de Roma, cuando el Señor le sale al encuentro, y él preguntándole: “Señor, ¿a donde vas? ” recibió la respuesta: “Voy a ser crucificado de nuevo”. Con esto, volvió Pedro y gozosamente fue al martirio. La iglesia llamada “Domine Quo Vadis,” sobre la vía Apia, conmemora la leyenda. No es improbable que la entera tradición esté fundada en la relación que existía entre Pablo y Pedro. Como Pablo, el “ apóstol a los gentiles ”  escribió epístolas a Galacia, Efeso, Colosas y a Filemón en Colosas, dirigiéndose más prominentemente a los cristianos gentiles, y a los judeocristianos en segundo término; así vise versa, Pedro “ el apóstol de la circuncisión”, se dirigió a las mismas iglesias, en primer plano a los judeocristianos y a los creyentes no judíos en segundo orden.