Introducción.
David era el menor de los hermanos, y estaba encargado de pastorear las ovejas de su padre (Isaí), y mostró su fidelidad y valor hasta el punto de enfrentarse a las fieras por salvar a las ovejas de su rebaño. Posiblemente tenía menos de quince años de edad. Era talentoso y tenía una capacidad asombrosa para tocar diferentes instrumentos musicales. Mas tarde compuso cánticos, poemas, y algunos conocidos salmos. A su corta edad Dios lo escogió para que fuera el sucesor de Saúl rey de Israel. El profeta Samuel enviado por Dios llegó a la casa de Isaí, y él le presentó a siete de sus hijos. Entonces Samuel preguntó: ¿Son estos todos tus hijos? Y él respondió: Queda aun el menor, que apacienta las ovejas. Y dijo samuel a Isaí: Envía por él, porque no nos sentaremos a la mesa hasta que él venga aquí. Poco después llegó David, un niño rubio de buen parecer. Entonces Jehová-Dios dijo a Samuel: Levantate y úngelo porque éste es. Samuel obedeciendo la orden tomó el cuerno del aceite, y lo ungió en medio de su familia y algunos ancianos invitados; y desde aquel día en adelante el Espíritu de Jehová vino sobre el niño David.
Sin duda alguna, cuando una persona desprecia la comunión con Dios, empiezan una serie de problemas difíciles a los cuales tiene que estar enfrentándose. El rey Saúl estaba constantemente acosado por malos espíritus, y sometido a una constante cricis deprimente; algunos miembros de la corte le insinuaron; que la buena música le ayudaría bastante a calmar su angustiado ánimo. David fue recomendado como un excelente arpista y músico de gran calidad. Saúl ordenó que se lo trajeran, y de inmediato hubo un cambio en la actitud del desorientado rey. El joven músico fue contratado para trabajar en la Corte Real, y en poco tiempo logró el aprecio del rey y sus servidores.
