Rumbo a Egipto

La presencia de estos inesperados visitantes sorprendieron a José y María, confirmando de esta manera el destino reservado al Niño, y la obra redentora que El iba a cumplir en bien de toda la humanidad. De regreso a su lejano país Dios  envió a los magos por otro camino, y de este modo el malvado rey no supo nunca donde encontrar al Niño Jesús. Sin embargo, este rey asesino mandó a matar a todos los niños menores de dos años. El ángel del Señor le reveló en sueños a José lo que iba suceder y le dijo: Levántate toma al Niño y a María, y huye a Egipto. Y permanece allí hasta que yo te lo ordene. Poco tiempo después el ángel le informó a José de la muerte del tirano rey, y le dió la orden de regresar de nuevo a la tierra de Israel.    
   José se convirtió en un verdadero “padre terrenal” de Jesús, desde antes y después de su nacimiento. Dios Padre le había encomendado esa misión, y él la cumplió con mucha dedicación como si el Niño fuese su propio hijo. José quería criar al Niño en Belén la ciudad de David. Pero por temor de Arquelao, hijo de Herodes (quien había heredado el reino), decidió volver a Galilea de Nazaret su antigua ciudad (Lucas 2:39- 40). 
   Infancia y Juventud de Jesús. Luego, después de establecerse en Galilea de Nazaret, muy poco sabemos de la vida de Jesús, solamente cuando acompañó a sus padres al templo a la edad de doce años (Lucas 2: 41-45). José y María se esforzaron por criar piadosamente al Niño; a su corta edad se interezaba por los problemas religiosos de que trataban constantemente los rabinos. Por esa razón se separó de sus padres durante tres días. Luego, lo hallaron en el templo junto a los doctores de la ley, oyéndoles y preguntándoles (Lucas. 2: 46-52). 
   Algunos escritores y comentaristas bíblicos suponen que durante los años de su juventud, se dedicó como todos los jovenes a prepararse en las escuelas judías de la época. También posiblemente estuvo involucrado en las labores de trabajo (carpintería) con su padre José. Y lo más importante; preparándose para el Ministero encomendado por Su Padre Celestial. 

                                                                     FIN