David elimina al filisteo

Luego, el filisteo dijo a David: Ven a mi y daré tus carnes a las aves del cielo y a las bestias del campo. David respondió: Tu vienes a mi con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tu has provocado. Jehová te entregará hoy a mi mano, y yo te venceré y te cortaré la cabeza, y daré hoy los cuerpos de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias del campo: y toda la tierra sabrá que hay Dios en Israel. Y sabrá toda la congregación que Jehová no salva con espada y con lanza; porque de Jehová es la batalla, y él os entregará a nuestras manos. Ambos estaban a cierta distancia, y el filisteo trató de tomar ventaja, pero David con mucha rapidéz sacó una de aquellas piedras que había juntado momentos antes en el arroyo, y usando su honda con gran presición hirió al gigante en la frente; y aquella piedra quedó clavada, y se desplomó cayendo a tierra. Luego, David usando la espada del filisteo le cortó la cabeza, y cuando el ejército filisteo vieron a su paladin muerto huyeron. Luego los escuadrones del ejército de Israel y los de Judá gritaron, y siguieron a los filisteos hasta llegar al valle, y a las puertas de Ecron. 
   La victoria consegida sobre Goliat marca otra etapa en la vida de David. El valor, la humildad, la piedad de David, le ganaron el afecto desinterezado de Jonatán, hijo de Saúl (1S.18:1). Saúl no dejó ya a David volver a la casa de su padre, sino que lo retuvo en la corte (1S.18:2). Luego poco tiempo después Saúl  cambió devido a la fama adquirida por David, y él notaba como toda la gente lo quería y lo admiraba. El rey comprendió que la predicción hecha por el profeta Samuel acerca de su reino, se iba a cumplir en la persona del joven David (1S. 15:17-29). Saúl lleno de odio y envidia trató varias veces de matar a David, pero sin poder conseguirlo (1S. 18:10,11). Habiendo fallado en sus intentos, lo puso al frente en varias acciones militares para que de esta forma lo mataran (1S. 18:20-27). Sin embargo, David adquiría más popularidad cada día (1S. 18:29,30). Muchos intentos mas trató el amargado rey, pero no contó que Jehová-Dios estaba siempre protegiendo al futuro Rey de Israel.    
        
                                                                FIN