El judaísmo reprobado

Esta descripción concuerda con  las Epístolas Generales de Juan y Pedro, y con la Epístola a los Hebreos. Este hecho comprueba la fecha posterior de las Epístolas Pastorales en comparación con las otras cartas paulinas. El judaísmo reprobado en estas “ cartas pastorales ” no es el de una fecha anterior, el cual era muy escrupuloso en cuanto a la ley; ahora el judaísmo tendía a las prácticas inmorales. Por otra parte, el gnosticismo combatido en estas Epístolas no es el gnosticismo antijudaico de una fecha posterior el cual surgió como concecuencia de la derrota del judaísmo por la destrucción de Jerusalén y el templo, sino que era una fase intermedia entre el judaísmo y el gnosticismo, en el cual los elementos orientales y griegos se hallaban en una especie de amalgama con el judaísmo, inmediatamente antes de la destrución de Jerusalén. 
   Las instruciones a los dirigentes de las iglesias, “obispos presbíteros y diáconos,” era natural que el “apóstol en vista de su próxima partida, se las diera a Timoteo,”  presidente de la iglesia de Efeso, y a Tito, que ocupaba un puesto “semejante” en Creta, para asegurar la debida  administración de la iglesia en cuanto él ya no estaría, y en su periódo cuando estaban surgiendo rápidamente las herejías. Véase su ansiedad parecida expresada en su discurso a los ancianos de Efeso (Hech. 20:21-30). El presbiterio y diaconato habían existido desde tiempos más remototos en las iglesias (Hech. 6:3 ; 11:30 ; 14:23). Timoteo y Tito, como superintendentes (lo que luego significó la palabra “obispo” ), habían de ejercer el mismo poder en ordenar presbíteros en  Efeso que  el que el apóstol había ejercido en su superintendencia general de todas las iglesias gentiles.