La Epístola del Apóstol Pablo a los Filipenses

Comentario General  

   Filipos era la primera (es decir, la más lejana de Roma, la primera ciudad a la que Pablo llegó al entrar en Macedonia) ciudad de la región, llamada Macedonia Prima (así llamada por estar más al este). El vocablo griego no debe traducirse ( Hech. 16:12 ) “la principal”, como la versión inglesa [Alford.]  No ella, sino Tesalónica era la ciudad principal de la provincia, y Anfípolis lo era del distrito de Macedonia Prima. Era una “colonia” romana (Hech. 16:12), hecha colonia por Augusto para conmemorar su famosa victoria sobre Bruto y Casio (políticos romanos). Una colonia era en efecto una porción de la poderosa Roma. Sus habitantes eran ciudadanos romanos que tenían derecho al voto para elegir a sus gobernantes. 
   Pablo, con Silas y Timoteo, plantó el evangelio ( Hech. 16:12 ), en su segundo viaje misionero, año 51dC. Sin duda la visitó de nuevo en su viaje de Efeso a Macedonia (Hech. 20:1); y en (Hech. 20:3-6) se menciona expresamente su tercera visita a su retorno de Grecia (Corinto) para Siria por vía de Macedonia. Sus padecimientos en Filipos ( Hech. 16:19 ) afirmaron la unión entre él y los  cristianos filipenses convertidos, los que, como también él, estuvieron expuestos a pruebas a causa del evangelio (1 Tesalonisenses 2:2). Ellos le enviaron ayuda inmediata en dos ocaciones, antes de que Pablo se alejara de ellos nuevamente (cap. 4:15,16), y otra tercera vez un poco antes de escribir ésta Epístola (caps. 4:10 ; 18:2 ; 2 Cor. 11:9). Este ferviente apego por parte ellos, acaso se debía en parte también al hecho de que había pocos judíos en Filipos para sembrar, como en otros campos de su labor, las semillas de desconfianza y de sospecha. No había allí sinagoga, sino solamente un pequeño sitio de reunión judáico, donde se reuían a orar a la orilla del río. Unicamente allí leemos de su reunión sin oposición alguna de parte de aquellos judíos; la que hubo, fué por parte de los amos de aquella muchacha adivinadora, y al ser liberada de aquél espíritu demoniáco que la poseía; las ganancias de éstos se vieron afectadas.