La carencia de alimentos estaba afectando a toda la tierra. Viendo Jacob (Israel) que en Egipto se podía conseguir alimentos, envió a diez de sus hijos (los mayores) y dejó con él al menor de todos, que era Benjamín. Los diez hermanos salieron de viaje rumbo a Egipto para conseguir los víveres. “Lo que no se imaginaban que aquel hombre fuerte y poderoso de todo Egipto: Era su joven hermano José, que años atrás; habían vendido a unos mercaderes como un esclavo.” Llegaron después de muchos días de viaje a la tierra de Egipto. Cansados y agobiados por el largo viaje y el sol abrasador del desierto, se presentaron ante José, y se inclinaron a él rostro a tierra.
José, cuando vio a sus hermanos, los conoció; mas hizo como que no los conocía, y les habló ásperamente, y les dijo: “¿De dónde habéis venido? Ellos respondieron: De la tierra de Canaán, para comprar alimentos. José sabía que ellos eran sus hermanos, pero ellos no lo habían reconocido a él.”
Mientras José sostenía conversación con ellos recordó aquellos sueños que había tenido años atras, y cuando les contó lo soñado se enfurecieron tanto que anciaban matarlo, pero la providencia divina lo salvó de la muerte, y a ellos de convertirse en los asesinos de su propio hermano. Entonces José les dijo: “Espías soís; por ver lo descubierto del país habéis venido. Ellos le respondieron: No, señor nuestro, sino que tus siervos han venido a comprar alimentos. Todos nosotros somos hijos de un varón; somos hombres honrados; tus siervos nunca fueron espías. Pero José volvió a decirles: No, para ver lo descubierto del país habéis venido. Entonces ellos volvieron a decirle: Tus siervos somos doce hermanos, hijos de un varón de la tierra de Canaán; y he aquí el menor está hoy con nuestro padre y el otro no aparece. José les dijo: Eso es lo que os he dicho, afirmando que sois espías. En esto seréis probados: Vive Faraón, que no saldréis de aquí, sino cuando vuestro hermano menor viniere aquí (la verdadera razón del comportamiento de José hacia sus hermanos era justa, el quería averiguar si en verdad ellos le decían la verdad. El dudaba por lo que ellos hicieron con él, y deseaba estar seguro que su hermano menor se encontraba aun con su anciano padre). José los presionó para que uno de ellos fuera a traer a Benjamin su hermano menor, y de esta manera probar si había verdad en ellos. Entonces los puso juntos en la cárcel por tres días. Ninguno de ellos aceptaba ir solo, y dejar a sus hermanos en prisión. Pasados los tres días José volvió a la cárcel donde estaban sus hermanos, y les hizo nueva oferta, diciéndoles: Yo temo a Dios. Si sois hombres honrados, quede preso uno de vosotros y los otros nueve lleven alimento para vuestra casa. Pero al regresar traeréis a vuestro hermano menor, y serán verificadas vuestras palabras, y seréis libres. Entonces ellos aceptaron el ofrecimiento de José.”