Nacimiento de Juan el Bautista

 Por fin vino el día esperado cuando Elisabet trajo al mundo a un Niño lleno del Espíritu Santo, que traía la misión de predicar el bautismo del arrepentimiento para perdón de los pecados. Este Niño mas adelante iniciaría su ministerio antecediendo al Señor Jesús, que traería “Buenas Nuevas”  el Evangelio de Salvación para toda la humanidad.  

                                          El Nacimiento de Jesús   

   Palestina y otras partes del mundo antiguo estaban gobernados por el imperio romano. Augusto César decretó una ley que todos los que estaban bajo su dominio tenían la obligación de estar empadronados (una manera de control, y cobrar impuestos). Todos los ciudadanos tenían que acudir a su lugar de origen. Fue así como Jose y María que vivían en Galilea de Nazaret, tuvieron que viajar a Judea de Belén, conocída como la ciudad de David.
   Después de un largo viaje por zonas desérticas y caminos pedregozos, cubriéndose de las  tormentas de arena (que abundan en aquellos lugares) y temperaturas  sofocantes, el cansancio tanto de ellos como de los asnos en que viajaban, por fin llegaron a la ciudad de Belén. No era sorpresa ver reunida a tanta gente en aquella ciudad. Todos venían posiblemente también de lugares lejanos. Todos los sitios de alojamiento (mesones) estaban ocupados por la cantidad de viajeros que llegaron a empadronarse. Por largo tiempo Jose y María buscaron un lugar para hospedarse pero sin éxito alguno. Cansados del viaje y quizás también de la larga espera para empadronarse, tuvieron que acudir al único lugar que pudieron encontrar (un establo). Aconteció que estando ellos en aquel lugar (el establo), se cumplieron los días de su alumbramiento. José bajo el poder de Dios ayudó a su esposa, que trajo al mundo a un Niño Rey; que nació en un lugar muy humilde. Había sido destinado a caminar en humildad, y María lo acostó en un pesebre  Lucas.2;7.