Un verdadero hombre de Dios

   El estilo es muy variado, pasando “rápidamente de una fase de sentimiento” a otra; ora alegre y consolatoriamente, ora severo y lleno de reprensión; alguna vez suave y cariñoso, otra vez censurando duramente a los contrarios y defendiendo su dignidad de apóstol. Esta variedad del “estilo”  concuerda con el caracter cálido y sincero del apóstol, que en ninguna parte se manifiesta más magnificamente que en esta Epístola. Su debilidad corporal y la enfermedad crónica bajo la cual sufría y a la cual se refiere a menudo (cap. 4:7 ; 5:1-4 ; 12:7-9 ; cf. nota 1:8), habrían sido especialmente difíciles de soportar por persona de temperamento tan ardiente como el de Pablo. Pero además de esto, existía la ansiedad aun más apremiante del “cuidado de todas las iglesias”. En Corinto, como en otras partes, los espías judaizantes querían atar de letra y formas (cf. cap. 3:3-18), a la libertad y la seguridad universal de la iglesia. Por otra parte, había libre pensadores que defendían su inmoralidad de prácticas mediante teorías heréticas ( 1Co. 15:12, 32-36 ). Estas eran las “cuestiones de fuera” y “los temores de dentro” (cap. 7:5), los cuales agitaban la mente del apóstol hasta que llegó Tito trayendo noticias consoladoras desde Corinto. Mientras la mayoría habían profesado su arrepentimiento y como lo había deseado Pablo, habían excomulgado al hombre incestuoso (que se relacionaba con su madrastra), y contribuido para los cristianos pobres de Judea, había todavía un grupo que, más desdeñosamente que nunca, era contrario al apóstol. Estos le acusaban de motivos astutos y mercenarios, como si él tuviera una gran ganancia personal en vista de la colecta que hacía: y esto, a pesar de su cuidado escrupuloso de ponerse encima de toda posibilidad de sospecha razonable al hacer que otros se hiciesen cargo del dinero. Esta insinuación era palpablemente incorrecta y mal intencionada, acusandolo de que él no podría ser un verdadero apóstol, puesto que no exigía sostenimiento por parte de las iglesias que fundaba. Otra acusación que levantaron contra él cobardemente, era que estaba siempre amenazando con medidas severas sin atreverse a efectuarlas (cap. 10:8-16; 13:2); y de que era vacilante en su enseñanza y práctica, circuncidando a Timoteo mas rehusándose a Tito; judío entre los judíos y griego entre los griegos. Que la mayoría de estos antagonistas pertenecían al partido judaizante de la iglesia (cap. 11:22). Parece que estaban encabezados por un emisario de Judea (“porque si viene alguno predicando a otro Jesús que el que hemos predicado” cap. 11:4), que había traído “letras de recomendación” (cap. 3:1) de miembros de la iglesia de Jerusalén, y que se jactaba de la pureza de su ascendencia hebrea de su íntima relación con Cristo mismo ( cap. 11:13, 23 ). Los partidarios de aquel hombre contrastaban sus altas pretenciones con la humildad tímida de Pablo ( 1 Co. 2: 3 ); y su elocuencia con el estilo llano y sin  adorno del apóstol ( cap. 11:6 ; 10:10, 13 ). Este estado de cosas en Corinto informado por Tito, hizo que Pablo volviera a enviarlo allá en seguida con esta segunda Epístola, la cual va dirigida no sólo a Corinto (1Co. 1;2) sino a todas las iglesias de Acaya, las cuales hasta cierto grado habían sido afectadas en la misma forma que a la iglesia  de Corinto. El tono muy diferente que se registra en distintas partes de la Epístola se debe a la diversidad que existía en Corinto entre la mayoría penitente y la minoría obstinada. A aquellos se dirige con el cariño más cálido; a estos con amenazas y advertencias. Dos personas, elegidos por las iglesias para hacerse cargo de la contribución a recaudarse en Corinto, acompañaban a Tito (cap. 8: 18-24).

    
   Bosquejo

   Saludos Especiales 1:1-11. 
   
   Pablo les Responde a sus Críticos 1:12; 7:16. 
   Variaciones de su plan relativo a su visita a Corinto 1:12 - 2:4. 
   Castigo y perdón del ofensor grave 2:5 - 11. 
   La contrariedad de Pablo al no encontrar a Tito en Troas 2:12 - 16. 
   Las cartas comendaticias (ordenes) de Pablo 2:17 - 3-5. 
   Comparación del antiguo pacto con el nuevo 3:6-18. 
   El carácter del ministerio de Pablo 4:1-6. 
   La confianza de Pablo frente la aflicción 4:7 - 5:10. 
   El llamado de Pablo a los corintios 6:11 - 7:4. 
   La entrevista con Tito en Macedonia 7:5 - 16. 
   
   La colecta para los creyentes pobres de Jerusalén 8: 1 - 9:15. 
   Pablo hace valer su autoridad apostólica 10:1 - 13:14. 
   Respuesta a las acusaciones de cobardía y debilidad 10:1 - 11. 
   La invación de su territorio por personas no autorizadas 10:12-18. 
   advertencia para todo aquel que continúa oponiéndose a su autoridad 12:19 - 13:10.  
   Una exhortación y saludo 13:11-14. 

                                                          FIN