Apocalipsis

Introducción     

   El autor se llama a sí mismo Juan (1: 1, 4, 9 ; 22:8). Justino Mártir (Diálogo p. 308, años 139 -161) cita el Apocalipsis como obra del apóstol Juan, la profecía del milenio de los santos, seguída por la resurrección general y el juicio. Este testimonio de Justino es referido también por Eusebio (Historia Eclesiástica, 4:18). Justino en la primera mitad del siglo dos tuvo una confrontación con Trifón, judío erudito, en Efeso, donde Juan había vivido aproximadamente treinta y cinco años; él decía que la “revelación había sido dada a Juan uno de los doce apóstoles de Cristo.” Melito, obispo de Sárdis ( alrededor del año 171 dC. ), una de las “siete iglesias”,  y así sucesor de uno de los “siete ángeles”, escribió, dice Eusebio ( Historia Eclesiástica, 4:26 ), tratados sobre el Apocalipsis de Juan. El testimonio del obispo de Sárdis es tanto más imparcial cuando dicha iglesia fué una de las más reprochadas (cap. 3:1). Así también Teófilo de Antioquía (año180 dC. ), según Eusebio (4:26), citó testimonios del Apocalipsis de Juan. Eusebio dice lo mismo de Apolonio, quien vivió en Asia Menor al fin del segundo Siglo. Ireneo  ( quien había conversado con Policarpo de joven, nos dice que éste fué consagrado obispo de la iglesia de Esmirna por Juan), oyente de Policarpo, el discípulo de Juan y el supuesto ángel (guía espiritual) de la iglesia de Esmirna, cita varias veces el Apocalipsis como la obra del apóstol Juan ( Haereses  4., 20:11 ; 4., 21. 3 ; 4., 30. 4 ; 5., 36.1 ; 5., 30.3 ; 5., 35.2). En 5., 30.1, aludiendo el número místico de la bestia ( cap. 13:18 ), hallado en todas las copias antiguas, dice: “ No aventuramos una teoría confidente tocante al del Anticristo; porque si hubiese sido necesario que su “nombre” fuese proclamado abiertamente en la actulidad,  hubiera sido declarado por aquel que vió la visión apocalíptica; porque fué  vista no  hace tanto tiempo atrás, sino casi en nuestra generación, hacia fines del reinado de Domiciano (Emperador Romano)”. En su obra contra herejías, publicada diez años después del martirio de Policarpo, cita el Apocalpsis veinte veces, y hace largos extractos de él como de la Escritura divinamente inspirada. Estos testimonios de personas contemporáneas con los sucesos inmediatos de Juan, más o menos vinculadas con la región de las siete iglesias a las que se dirigió el Apocalipsis, son  lo más convincentes. Tertuliano (escritor), del norte de Africa (año 220dC.), Adversus Marción 3.14, cita la descripción por Juan en el Apocalipsis de la espada que salía de la boca del Señor (cap. 9:15) y, 3.24, la ciudad santa (cap. 20). También el fragmento de Muratori del canon ( año 200 dC. ), hace saber que Juan escribió a las siete iglesias. Hipólito, obispo de Ostia, cerca de Roma (año 240), De Antichristo, p. 67, cita el (cap. 17:1-18) como la escritura del apóstol Juan. Entre las obras de Hipólito, está especificado en el catálogo sobre su estuata, un tratado “sobre el Apocalipsis y el Santo evangelio según San Juan”. Clemente de Alejandría (año 200),  Stromata 6:13, alude a los veinticuatro tronos donde están sentados los ancianos mencionados por Juan en el Apocalipsis ( cap.4:5 ); también, menciona el retorno de Juan, de Patmos a Efeso después de la muerte del tirano romano.