El profeta Elías desafía a Acab y Jezabel

Mas tarde durante el reinado de Omri, el pueblo de Israel se relacionó con sus vecinos fenicios devido a que Acab hijo de Omri, contrajo matrimonio con Jezabel, princesa de Tiro, devota al culto a Baal que existía en aquel tiempo (1Reyes 16:29-34). Estos israelitas del norte habían desechado el santuario de Jerusalén, y ellos creían que podían adorar a Jehová-Dios en  los mismos altares paganos. El profeta Elías desafió a Acab y a Jezabel para determinar quien era el verdadero Dios de Israel. En el monte Carmelo (al pie se levanta hoy la ciudad de Haifa), los hechiceros paganos fracasaron con su dioses. Sin embargo, el profeta Elías probó y demostró que Jehová-Dios podía responder con fuego (1 Reyes cap.18). Luego Jehú  (rey de Israel)  con la ayuda de del  profeta Eliseo, tomo control de Israel y decidió eliminar la adoración a Baal en su reino (2Reyes 10:18-36). Pero esta acción afectó las relaciones entre Israel y Fenicia. 
   El poder asirio creció rapidamente, Tiglat-pileser (rey asirio) conquistó ciudades del norte de Israel. Llevó hasta el exilio a las tribus de Ruben, Gad y Manasés, que habitaban en la parte oriente del río Jordán (2Reyes 15:29). En el año 732aC. cayó Damasco y un tiempo mas tarde, bajo el reinado de Sargón (rey asirio), cayó Samaria (2Reyes 17:5,6). Sus habitantes fueron esparcidos a diferentes regiones del imperio asirio y otros grupos de gente que vinieron de lejanos pueblos fueron luego los conocidos samaritanos. Las“ tribus llevadas en cautiverio” perdieron su continuidad histórica. Algunos remanentes se abrieron paso hacia el sur para establecerse entre los pobladores de Judá. La idea popularizada de la “tribus perdidas” nace del hecho de que estos exiliados perdieran su identidad.