Exhortación contra los falsos doctores anticristianos

  Comp. “estos últimos días”,  Hebreos 1:1-6. Posiblemente Efeso fue el lugar de su redacción.        
  El tema principal de todo es la comunión con el Padre y con su Hijo Jesucristo (cap1:3). Se puede observar en dos divisiones:  (1)  El cap. 1:5 - 2: 28 : el tema de esta porción se indica enseguida, “Dios es luz, y en él no hay ningunas tinieblas; por consiguiente, a fin de tener comunión con él, debemos de caminar en luz; relacionados con lo cual están en la confesión del pecado y el subsecuente perdón por la propiciación e intrecesión de Cristo, sin cuyo perdón no puede haber ni luz ni comunión con Dios: otro paso en este camino de luz es el cumplimiento positivo de los mandamientos de Dios, la suma de los cuales es el amor, en contraste con el odio, el punto culminante de la desobediencia de la palabra de Dios: negativamente, los exhorta según los varios grados de su desarrollo espiritual, niños, padres y jóvenes, en consonancia con sus privilegios, como perdonados, conocedores del Padre, y vencedores del maligno y no amantes del mundo, lo cual es incompatible con la inmencidad del amor del Padre; y los exhorta a guardarse de los falsos doctores anticristianos ya existentes en el mundo, los que no son de la iglesia de Cristo, sino del mundo, y contra los  cuales la verdadera defensa está en que sus lectores creyentes, ya ungídos de Dios, siguiesen permaneciendo en el Hijo y en el Padre. (2) La segunda división (cap. 2:29 ; 5:5) discute el tema que sirve de apertura: “El es justo;” consecuentemente (como en la primera división), “ todo aquel que hace justicia es de él.”
  El ser nosotros hijos envuelve nuestra propia purificación, así como él cuando retorne con toda su gloria: en esta segunda división, como en la primera, se  presenta tanto el lado positivo como el negativo de “hacer justiciacomo el justo,” que envuelve un contraste entre los hijos de Dios y los hijos del diablo. 
  El odio caracteriza a éstos; el amor, aquellos que viven  en comunión con Dios; este amor da la seguridad de la aceptación de Dios por nosotros y de nuestras oraciones, acompañadas como están (cap.  3:23) de la obediencia a su gran mandamiento de “crecer en Cristo, y amarse los unos a los otros” : La señal (cap. 3:24) de que él mora en nosotros y fortalece nuestros corazones, es el Espíritu que nos a dado. En contraste con esto  ( como en la  primera división) advierte contra  aquellos falsos y cuyos malos espíritus se manifiestan: negando a Cristo, flasfemado, y amando todos los placeres del mundo. El nuevo nacimiento se caracteriza  por: paz, servicio, amor a todo lo que proviene de Dios, porque Dios nos amó primero, y dió a su Hijo para morir por nuestros pecados; y por aquellos que no han conocido el plan de salvación, para que también ellos formen parte de los Hijos de Dios.