Josué el Sucesor de Moisés

Inmediatamente al morir el gran líder Moisés, Josué tomó el liderazgo (véase caps. 1 al 24)  sobre el pueblo de Israel que se hallaba frente a la ciudad cananea de Jericó. Esta ciudad era muy importante por la ubicación que le permitía entrar en Canaán, y poder separar las ciudades del sur y también las del norte. Con esta estratégia lograría evitar de pelear contra ambas unidas.
   Luego de cruzar el río Jordán, acamparon cerca de Jericó, en Gilgal (Josué 5:8-12 ). Desde Gilgal se dió inicio el ataque a Jericó, y después de siete días de combates cayó ésta ciudad en manos de los israelitas y fue totalmente destruída  (Josué cap. 6). Solamente se salvaron Rahab y su familia porque ella protegió a los espías enviados por Josué a inspeccionar,  y éstos le habían prometido que sus vidas serían respetadas cuando ellos tomaran la ciudad. Tanto el paso del Jordán como la victoria sobre Jericó, fueron dos sucesos milagrosos originados por Jehova-Dios. Nuevamente separó “ las aguas del Jordán como lo hizo con el Mar Rojo,”  para que de esta manera el pueblo de  Israel  pasara sin problema alguno, y luego vino la caída victoriosa sobre la ciudad de Jericó.  
   La victoria obtenida sobre Jericó fue seguida por una derrota en Hai encontra de Israel ( Josué 7:1-5). La derrota fue producto de un pecado oculto (no para Dios) ya que uno de la tribu de Judá (Acan, hijo de Zabdi, hijo de Zera, de la tribu de Judá) había hurtado varias cosas cuando la orden de Jehová-Dios fué determinante de que no tocaran absolutamente nada(Josué 6:18 -20 ; 7:12-26).
   Después de la muerte de Acan y su familia, nuevamente los ejércitos al mando de Josué combtieron contra la ciudad de Hai, saliendo victoriosos. Pronto se esparcieron las victorias obtenidas por Josué y las tribus de Israel, llegando hasta oídos de los comandos cananeos, entonces los habitantes de Gabaón resolvieron aliarse con Israel en forma pacífica (Josué cap. 9). Gabaón se encontraba bastante cerca del campamento israelita (Jerusalén), aproximadamente a 10 kilómetros al norte del camino principal que conduce rumbo hacia Siquem y Samaria. Estos “astutos gabonitas” simularon muy bien haber realizado un largo viaje, engañando a Josué para que hiciera alianza con ellos. Aunque Josué sabía que el ofrecimiento era a base de engaño los aceptó, encomendándoles algunas tareas cotidianas, como servir cortando leña y proporcionando agua para la casa de Dios.