Un grupo de reyes cananeos del sur de Jerusalén, disgustados por la unión de los gabonitas con los israelitas, decidieron “tomar represalias” contra la ciudad de Gabaón. La coalición la formaban los reyes de las ciudades-estado de Hebrón, Jarmut, Laquis y Eglón (Josué 10:1-5). Los gabonitas ante tal amenaza, pidieron ayuda a Josué que se encontraba en Gilgal, y éste envió sus ejércitos de noche hacia Gabaón, “protegiendo aquella ciudad,” y el resultado fue una derrota para la coalición. Luego, Josué y su ejército continuaron la persecución contra éstos aliados de la parte sur, siguiendo y pasando por Bet-horón, hasta Azeca y Maceda. Un conocido libro muy antiguo (el libro de Jaser) relata como Dios intervino para hacer que el sol de detuviera hasta que Josué eliminara a sus enemigos (Josué 10:12-16). El éxito conseguido al defender la ciudad de Gabaón y eliminar a sus enemigos, logró tener un absoluto control del centro y el sur de la tierra de Canaán.
La última gran conquista que relata el libro de Josué, la libró contra los reyes del norte de Canaán que se hallaba bajo el liderazco de Jabín, rey de Hazor (Josué cap. 11). La batalla se originó en las aguas de Merom ( lugar elevado en el valle del Jordán. Josué 11:7 ). La victoria aseguró también el control del norte de Canaán, “pero aun así quedaron varias regiones por conquistar,” y para lograr estas conquistas pasaron varios siglos para que Israel tuviera dominio de toda la tierra prometida. La ciudad de “Jerusalén cayó bajo control israelita durante el reinado de David,” y la ciudad de Gezer permaneció en poder enemigo hasta que un faraón egipcio la conquistó y la entregó a Salomón, que fué su nuevo yerno, como un regalo de bodas (1 Reyes 9:16).
El libro de los jueces contiene la historia de “trece jueces” que gobernaron a Israel después de la muerte de Josué hasta la época de Elí y Samuel. Es posible que algunos de los“jueces gobernaran” simultáneamente en distintas regiones de la tierra. El periódo que abarca el libro de los jueces es de aproximadamente 400 años. Este libro de los jueces nos dice que Dios “levantó jueces que los librasen de la mano de los que les despojaban” (Jueces 2:16). Lo que estaba sucediendo era que devido a la “iniquidad” el pueblo de Israel había caído en manos de gentes sin escrúpulos, que vivían en sus alrededores, éstos les robaban y oprimían constantemente (Jueces 2:11-23).
Durante el periódo de los jueces, el pueblo de Israel trató de liberarse de sus opresores, sin poder conseguirlo. Jehová-Dios se había apartado por la maldad de ésta nueva generación idólatra y desobediente, y “muchas calamidades cayeron sobre ellos.” Pero todas estas adversidades fueron enviadas sólo como castigos, “como medio de disciplina correctiva,” por el cual Dios hizo que su pueblo viera sus errores y se arrepintiera de ellos. La misericordia de Dios de nuevo se manifestó, cuando éste pueblo reconoció sus pecados y se aparto de ellos.
