Todo servicio a Dios se hace con Sacrificio

Las dificultades y sacrificios por los que hay que pasar a causa del llamamiento, parecen  imposibles de soportar; sin embargo, estudie las promesas que lo acompañan. A medida que la “ciudad que tiene fundamentos” vaya asomando en el horizonte, irá empequeñeciento las proporciones de aquella Ur en que había transcurrido su vida anterior. Entonces sentirá el impulso de levantarse  y obedecer. 
   Francisco de Sales acostumbraba decir: “ Cuando una casa se está quemando, sus ocupantes están dispuestos a arrojarlo todo por las ventanas; y cuando el corazón está lleno del verdadero Amor de Dios, los hombres consideran que todas las demás cosas carecen por completo de valor”. 
   4. Este llamamiento muestra el significado de la elección, donde quiera que nos encontramos con seres y cosas mejor dotados que otros de la misma clase. Al principio surge cierto disgusto al  pensar en la desigualdad de las disposiciones divinas, y hasta que llegamos a comprender que la especialidad concedida a unos pocos tiene la intensión de capacitarlos para que ayuden y bendigan mejor a los demás. “Te bendiciré y serás bendición.”    
   ¿ No es esto una indicación de la voluntad de Dios al elegir a Abraham, y en él a toda la  familia  de Israel? No se trataba tanto de la salvación de ellos, aunque ésta estuviera incluida. Fueron elegidos para que transmitieran a otros las santas enseñanzas y los oráculos que Dios les  encomendaría. Era necesario que algunos aprendieran primero en convertirse en maestros de la  humanidad. No hay razón para sentir celos de los escogidos de Dios.
   Ellos son exiliados, los que cargan su cruz, los mártires entre los hombres; pero no les preocupa lo que pueda ocurrirles a ellos, sino que tratan de aprender las lecciones más  profundas de  Dios, separados de las sendas por donde transitan los demás. Entonces cuando se dirigen al mundo, les testifican a los hombres acerca de lo que han descubierto en Dios, que sobrepasa todo entendimiento humano y es de incalculable valor para la vida. 
   5. Este llamamiento es la clave de la vida de Abraham. Fue como un llamado de clarín que  sonó al principio mismo para continuar vibrando a lo largo de su historia. La clave de la vida de  Abraham es la palabra “separación”. El fue, desde el principio hasta el final, un hombre separado.  Separado de su tierra y su parentela; separado de Lot;  separado, como peregrino y extranjero en  la región donde vivía; separado del resto de la humanidad debido a sus sufrimientos, que lo condujeron a una relación tan íntima con Dios, como nunca hombre alguno la había tenido; separado para  participar de una preciosa y sublime asociación en aquellos planes  e ideales que Dios no escatimó en revelarle.   
   ¡Quiera Dios que nosotros también podamos experimentar una separación como la de Abraham; que podamos escuchar el divino llamamiento, irradiado por las promesas de Dios, y que al oír hablar de esa hermosa tierra, de esa “ciudad gloriosa y de todos los goces divinos que nos aguardan,” seamos capaces de abandonar y olvidar gustosamente todas las cosas terrenales y corruptas que nos han cautivado por tanto tiempo, arruinando nuestra paz y menoscabando nuestras  energías! ¡Que levantemos nuestras tiendas para obedecer al llamado de Dios, aunque El nos ordene dirigirnos a un lugar desconocido!